viernes, 16 de marzo de 2012

Comentario de Donde habite el olvido.

Donde habite el olvido


Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.


Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el
tormento.

Allá donde termine este afán que exige un dueño a
imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.


En este poema el tema es el dolor por el fin del amor. 
Representa la búsqueda de armonía, y desemboca en la frustración.
Cuando el amor termina, no queda el recuerdo de lo vivido, sino el recuerdo del olvido, produce la sensación dela muerte, porque significa desaparecer de la memoria del otro.
La expresión "Donde habite el olvido" viene dada por el verso de Bécquer tantas veces mencionado e inspirador (Rima LXVI), además no remite en un lugar real sino donde el amor no existe.
El poema contiene encabalgamientos en el antepenúltimo y penúltimo versos.
No tiene rima y los versos tienen entre cinco y catorce sílabas.


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